19 de septiembre de 2014

Un poco de vos



Sé que estos recuerdos no son míos, nos pertenecen a los dos, porque entre los dos los hicimos y entre los dos los ahogamos. Pero ahora que mis ojos se cierran para contener una lágrima, te oigo a los lejos, susurrando mi nombre, deseando nunca haberme conocido, ocultando todo el dolor que llevás atragantado desde el último adiós.
Me gustaría hablar pero sé que es imposible, las condiciones no están dadas. Sin embargo no me importa, al fin y al cabo, lo único que siempre disfruté fue escucharte, hacer de cuenta que te prestaba atención mientras me perdía en la música de tus labios y en la magia de tu mirada.
Sé que no querés saber nada de mí, pero aún así no podés alejarte. Y, mientras tanto, yo sigo disfrutando de tu escasa pero preciada compañía. Cada día pensando que puede ser el último, temiendo lo que será de mí cuando ese día llegue.

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