Te encuentro en la esquina
Junto a calles temblorosas
Alcantarillas silenciosas
Bajo un farol que te ilumina
Parada en la puerta del bar
Donde todas mis ilusiones
Se tiñeron de pasiones
Invisibles como la sal del
mar
San Telmo habla en sus muros
De amores que no nacieron
Esperanzas que no murieron
Espasmos de pasados oscuros
Una casa de ventanas lúgubres
Hartas de vidrios
esmerilados
Resguarda en sus acabados
Silenciosos secretos que
encubres
Y en la esquina te hallo
esperando
Con tu labial sabor a miel
Y el rojo en el que se
imbuye tu piel
Un amor para volver cantando
Que no hay razón para llorar
Que si la lluvia no se
quiere ir
Las lágrimas no se pueden
lucir
Y que San Telmo siempre va a
esperar
Bailan baldosas bajos mis suelas
Salpican con agua mis tobillos
Andantes de antiguos
pasillos
Hinchados al color de las
ciruelas
Y a través de estrechos
pasajes y plazas
Llego al fin a tu esquina
Mi mente enseguida lo
adivina
Soy la sombra del hombre al
que abrazas